- 1 kg mejillones
- 2 hojas de laurel
- pimienta en grano
- 4 guindillas picantes
- chorreón de vino blanco
- aceite de oliva virgen
Es una receta muy fácil y bien barata, para hacerte un buen aperitivo.
Comenzamos limpiando los mejillones bajo el chorro de agua del grifo, le estiramos de las barbas y si están muy sucios le raspamos un poco la concha con un cuchillo, pero tampoco hace falta dejarlos relucientes.
Los ponemos en una cazuela y le añadimos todos los ingredientes en crudo: Las hojas de laurel enteras, unos cuantos granos de pimienta, las guindillas si queremos que pique partimos una y sino las echamos enteras (también podemos añadir un poco de pimentón, para darle un toque diferente y que quede el caldo rojo), un buen chorro de vino y ya sabes que cuanto mejor sea el vino mejor va a salir el caldo, (y eso de que donde echamos vino también se puede echar cerveza, pues aquí no vale) y añadimos un poco de aceite de oliva virgen extra. Sal no añadimos porque ya lleva suficiente los mejillones.
Tapamos la cazuela y la ponemos al fuego para que se haga al vapor, removemos de ven en cuando, hasta que se abran las conchas. Directamente las podemos volcar en una fuente con el caldo y servir, pero también podemos retirar una parte de la concha, colocarlas bien extendidas en un plato grande echándole un poco de caldo por encima a cada mejillón y una gota de limón.
Y para tomarlos fríos en verano, retiramos una concha, que es como se enfrian rapido y le ponemos variantes en vinagre picados por encima
Y para tomarlos fríos en verano, retiramos una concha, que es como se enfrian rapido y le ponemos variantes en vinagre picados por encima
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